CHAZUMBA A PRINCIPIOS DE SIGLO (XX)

Carta enviada por el firmante a solicitud expresa del Ayuntamiento Municipal en funciones en 1984.
Este documento me fue entregado en 1993 para su integración en esta compilación.

Mi vida empieza el 5 de diciembre de 1894. Entré a la escuela a la edad de 8 años y medio. Me acuerdo de algunos Presidentes Municipales que actuaron en aquella época de 1909, cuando se oía decir de la Revolución, que fue precisamente la del Señor Madero.

Citaré algunos nombres de aquellos funcionarios, sin precisar la fecha de su actuación. Ellos fueron:

Y los más recientes de la época de la Revolución:

Todos ellos, con valor heroico, defendieron su pueblo satisfaciendo las exigencias de los mal llamados revolucionarios, evitando un saqueo general a los vecinos.

Volviendo a los años anteriores a la Revolución. Un grupo de chazumbeños con ideas liberales formó un Club de pensadores libres, dándole la denominación de “Partido Liberal Demócrata Benito Juárez”. Algunos nombres se han perdido a través de los años, pero recuerdo a Isaac Francisco Tapia, Alfonso y Miguel Bello, Florentino Lucas Rivera, Serafín Martínez, Manuel Gutiérrez, José María Guzmán y otros que escapan a mi memoria, quienes por su tendencia liberal eran repudiados por la iglesia, catalogándolos como herejes. Tuvieron enconada controversia con los señores curas de la región, a quienes, despectivamente, les llamaban “Aves Negras”, en referencia directa a sus sotanas.

Este Partido Liberal tuvo nexos amistosos y de tendencia revolucionaria con el precursor de la Revolución, Don Ricardo Flores Magón y con un periodista de buena talla, Don Paulino Martínez, de quien recibían periódicos de carácter combativo.

Siguiendo el curso de la vida de nuestro pueblo, aclaro que la familia chazumbeña se dividió en dos categorías: Indígenas y De razón o Mestiza. De éstos últimos nació la transformación del pueblo en su aspecto cultural. Organizaban tertulias en casas particulares; preparaban actos teatrales, participando en ellos los jóvenes, caballeros y damas. Sin egoísmos, eran invitados los vecinos a participar de esa alegría. De esta forma fueron dándole otra imagen a nuestra sociedad elevándola a mayor categoría.

Las fiestas patrias eran rumbosas. Escuelas, Autoridades, Comité de Festejos y pueblo en general tomaban participación en los desfiles cívicos, los cuales eran amenizados por la Banda de música. En el lugar donde se levantaba el Altar a la Patria se desarrollaba el Programa Literario Musical en homenaje a nuestros libertadores. Los ciudadanos más prominentes de los últimos tiempos fueron:

éstos dos últimos terminaron sus estudios en la Escuela Oficial “Porfirio Díaz” de la ciudad de Oaxaca. Mucho tiempo después de ellos y en la misma institución educativa, tuve el gusto de abrevar la sabia enseñanza que impartía mi inolvidable maestro Don Francisco Robles.

Por último, mencionaré los nombres de algunos alumnos que sobresalieron por su dedicación al estudio allá por los años de 1920 al 32, bajo la dirección del maestro Florencio C. Ramírez, fungiendo yo como su ayudante. Ellos son los siguientes:

quienes al inicio de su vida cívica sirvieron como maestros de escuela en los pueblos de la región. Otros ingresaron a las Escuela Normales Regionales de Izúcar, Pue. y San Antonio de la Cal, Oax., cuyos nombres son:

Todos ocuparon plaza de maestros federales en el territorio oaxaqueño. El profesor Efrén Toscano Serrano, maestro improvisado pero con amplia experiencia, se capacitó y alcanzó el puesto de Inspector Escolar.

Las escuelas que funcionaron antes de la Revolución de 1910 no tenían denominación especial, se conocían simplemente como escuelas municipales. Por su sistema de mantenimiento mediante la contribución de $ 0.25, veinticinco centavos, que pagaba cada contribuyente de 18 a 40 años de edad.

El Maestro o Preceptor, que así se les llamaba, recibía un irrisorio sueldo de $ 15.00 mensuales que la Tesorería Municipal le cubría.

 

 

A f e c t u o s a m e n t e

Melesio Guzmán Moreno

Santiago Chazumba, Oax., a 30 de marzo de 1984